Si bien las empresas harán de todo por buscar el santo grial de las tendencias en redes sociales durante este año, ¿qué hay del gran fracaso de marketing de Bud Light en el 2023?
Nadie niega la importancia actual de mantenerse al día en la conversación en el mundo digital.
Sin embargo, es cada vez más evidente la necesidad de aprender de los errores de otros.
Si bien, anteriormente mencionamos casos como el de Zara, aún cuando ciertos fracasos de marketing tienen consecuencias importantes, difícilmente un llamado a un boycott lleva a la quiebra a las grandes empresas.
Dicho esto, es notable que las malas decisiones que toman los equipos de marketing sin duda impactan cada vez más a nivel rentabilidad y de imagen.
La marca Bud Light registró un impacto económico tan significativo que vale la pena detenerse un momento para conocer las implicaciones de decisiones pobres y tomadas tan a la ligera.
Para poder identificar dichas decisiones es necesario conocer los antecedentes de esta poderosa marca cervecera, con todo y su más reciente fracaso de marketing.
1. El inicio de un gigante de la cultura popular… antes de su gran fracaso de marketing
Bud Light es una cerveza que ha dejado una huella indeleble en la cultura estadounidense desde su lanzamiento en 1982.
Ha logrado arraigarse profundamente en la psique colectiva del país de manera impresionante.
Su impacto no se limita únicamente al mercado cervecero, sino que se extiende a varios aspectos de la vida cotidiana.
Entre ellos cabe destacar desde eventos deportivos hasta la publicidad creativa y las interacciones sociales.
Desde sus primeros días, la marca de cerveza se posicionó como una respuesta a la creciente demanda de bebidas más ligeras y con menos calorías.
De esta manera, se aseguró reflejar la tendencia emergente hacia estilos de vida más saludables que circulaban por aquella época.
Esta estrategia de marketing respondió de manera efectiva a las necesidades cambiantes de los consumidores estadounidenses.
Logrando establecer a la marca como una opción líder en el mercado de cervezas ligeras.
Una de las contribuciones más significativas de Bud Light a la cultura estadounidense se dio a través de sus icónicas campañas publicitarias.
Los anuncios de Bud Light durante el Super Bowl se han convertido en eventos culturales por derecho propio, generando anticipación y conversación entre los espectadores.
Memorables campañas, como los comerciales de Real Men of Genius y las travesuras de los perros Spuds MacKenzie en los años 80, han dejado una marca duradera en la memoria colectiva de los estadounidenses.
Estos anuncios no solo han promovido la marca, sino que también han contribuido a la formación de la identidad cultural norteamericana, fusionando humor, celebración y compañerismo.
2. La estrategia para el ascenso definitivo de la marca
Bud Light ha sido un patrocinador activo de eventos deportivos a lo largo de los años, consolidando su presencia en la cultura del deporte en Estados Unidos.
Desde la asociación con la National Football League (NFL) hasta patrocinios en eventos de carreras de autos y golf, Bud Light estaba presente en algunos de los momentos más destacados del deporte norteamericano.
La cerveza se convirtió en una opción de bebida casi sinónima de ver un partido de fútbol americano, béisbol o baloncesto.
Contribuyendo así a la experiencia cultural en los estadios y en los hogares de los fanáticos.
Impensable un fracaso de marketing donde sus propios consumidores pidieran su boicot.
La asociación con conciertos y festivales permitió a Bud Light conectarse con un público más amplio, abrazando la diversidad de la escena cultural estadounidense.
La cerveza ha pasado de ser simplemente una bebida a ser parte integral de las experiencias sociales y de entretenimiento en todo el territorio americano.
Hasta el momento la marca se posicionaba como un gran ejemplo de una estrategia inteligente que resultaba en una alta fidelidad de parte de los consumidores.
La estrategia clave giraba en gran parte en torno a la arraigada presencia de la cerveza tradicional en la cultura estadounidense.
En estos momentos, nadie pensaba que en el horizonte había una eminente tormenta que empañaría dicha historia y que rápidamente este se convertiría en su gran fracaso de marketing.
Debido a su constante crecimiento, realizaron colaboración con otras marcas y la experimentación con nuevos sabores.
Así, Bud Light continuaba evolucionando y adaptándose a las preferencias cambiantes del consumidor.
Sin embargo, todo cambió por una incorrecta estrategia de marketing: La suma de muchas malas decisiones.
3. Cuando un fracaso del marketing cuesta… y muy caro
A principios de abril, la marca Bud Light de Anheuser-Busch se vio atrapada en un fiasco de guerra cultural.
Para su activación de NCAA March Madness, la marca de cerveza se asoció con el popular influencer trans de TikTok Dylan Mulvaney para un sorteo único.
Esto provocó un revuelo en las redes sociales, mayoritariamente de voces conservadoras, incluidos los músicos Kid Rock y Travis Tritt, llamando a boicotear la marca de cerveza.
Acto seguido, despidieron a dos altos ejecutivos de marketing.
Hubo una declaración escrita por parte del director ejecutivo de Anheuser-Busch y una reconfiguración (fallida) de la narrativa.
Estas acciones de AB InBev solamente exacerbaron el problema en ambos lados de la guerra cultural, al tiempo que alienaron a la comunidad LGBTQ+.
El hecho es que el mercado de la cerveza tradicional en Estados Unidos ha disminuido en tamaño en los últimos años.
Esto es debido a que las bebidas carbonatadas, los licores y las nuevas bebidas alcohólicas – como los cócteles listos para beber – ocupan ya varios espacios en los estantes.
Dicho lo anterior, estos son los datos duros conocidos como consecuencia del mal marketing de la cerveza en cuestión:
- Bud Light perdió 24% de las ventas respecto al año anterior.
- Despidieron a 350 trabajadores.
- Se viralizaron canciones, videos, artículos, posts, comentarios, entre otros, criticando y haciendo mofa de la marca.
- La base consumidores, que ya mostraban bastante desencanto hacia el producto, terminaron por rechazarlo.
- El comunicado de disculpas emitido por el CEO y el subsecuente comercial que lanzaron sólo sirvieron para que la gente se molestara aún más.
4. En conclusión: Hay que aprender del fracaso de marketing de Bud Light
La presencia y la incidencia que ha tenido Bud Light en la cultura norteamericana son realmente destacables.
Sin embargo, esa misma incidencia fue la que le jugó en su contra cuando ignoró un fundamento del marketing:
- Conoce a tus clientes y luego tomas tus decisiones.
En las oficinas de la empresa hay cientos o tal vez miles de reportes que explican a detalle quiénes son sus consumidores.
A pesar de esto, fallaron estrepitosamente en saber cuáles eran los gustos y las preferencias de dichos consumidores. Una de tantas estrategias de marketing malas.
Y fue esa increíble contradicción de saber quién es tu cliente, pero no conocer (o ignorar) sus preferencias las que crearon este caso de mal marketing en el 2023.
Es un error tan elemental que hasta el día de hoy están pagando cara la factura: Fracaso de marketing TOTAL.
El legado, la reputación, y por supuesto las ganancias continúan teniendo hasta el día de hoy estragos masivos por el mal uso del marketing en todas sus líneas.
Esto es un claro ejemplo de que, a veces, sólo hay que seguir las reglas del juego y no pretender querer quedar bien con todos en la habitación.
Es importante analizar y adaptarse a las tendencias, pero la consistencia sigue siendo fundamental.
¡Gracias por leer!
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